La necesidad de conservar los alimentos en frio

Conservar los alimentos en frio, una necesidad

Usar el frio como conservador de los alimentos, es una práctica que se lleva a cabo desde los orígenes de la humanidad. En su día se utilizaba el hielo o la nieve para mantener los alimentos a baja temperatura, pero hoy en día contamos con la tecnología más puntera para conservar la comida congelada y alargar así su vida útil.

La refrigeración y congelación de los alimentos, consiste en mantenerlos a muy bajas temperaturas, según su tipo. Este tratamiento se aplica tanto en el ámbito doméstico como en el industrial, debido a las ventajas que presenta:

  • La vida útil de los alimentos se alarga, a pesar de no detener completamente la multiplicación bacteriana, son pocos los grupos microbianos capaces de multiplicarse en esas condiciones, además de hacerlo más lento.
  • Disminuye la velocidad de las reacciones químicas que degradan la comida.
  • Si se mantiene correctamente la cadena de frío, al descongelar los alimentos mantienen todas sus cualidades como el color, sabor, apariencia, textura, etc. 
  • Los alimentos congelados mantienen sus nutrientes sin ninguna pérdida. 
  • La inmensa mayoría de los alimentos, ya sean crudos o cocinados, se puede congelar. 
  • Podemos contar con alimentos de temporada todo el año, aunque no sea su época.
  • Los alimentos congelados ofrecen comodidad a la hora de almacenarlos y prepararlos, ya que suelen venir preparados para ellos

La temperatura clave de congelación. 

Según la temperatura de congelación de los alimentos, podemos distinguir entre:

  • Refrigeración (1-8ºC): Descenso de la temperatura quedando por encima de los 0 grados.
  • Congelación (-18ºC): Los alimentos se congelan a temperaturas inferiores a 0 grados, convirtiendo parte del agua del alimento en hielo. Es importante realizar la congelación en el menor tiempo posible y a la menor temperatura, así la calidad del producto no se verá afectada.
  • Ultra congelación (<-18ºC): Se desciende rápidamente la temperatura del alimento hasta alcanzar menos de -18 grados, siendo idóneo el uso de un abatidor de temperatura.

A la temperatura de refrigeración se ralentiza el crecimiento bacteriano, y a  temperatura de congelación los microorganismos quedan inactivos. Siempre hay que tener en mente que cuando el alimento se vuelva a descongelar volverán a activarse y a crecer nuevamente. Hay que tener en cuenta ciertas consideraciones, como que la congelación ha de ser lo más rápida posible, y por el contrario la descongelación ha de ser lenta. Los alimentos que se congelan rápidamente conservan sus características organolépticas (color, sabor, textura y aroma).

Para descongelar los alimentos correctamente es aconsejable dejar el alimento en el refrigerador durante 12 horas, aunque hay alimentos que necesitan más tiempo. También se puede descongelar en agua fría o en microondas, evitando hacerlo a temperatura ambiente o volver a congelar el alimento una vez descongelado.

Conserva los alimentos en cámaras refrigeradas

Almacenar los alimentos en una cámara frigorífica puede parecer fácil, pero para hacerlo de forma correcta es necesario cumplir una serie de reglas básicas:

– El almacenamiento ha de hacerse evitando la contaminación entre los diferentes productos mediante contacto directo o por goteo. 

– Los alimentos tienen que protegerse de posibles contaminaciones mediante envases cerrados, film transparente, papel de aluminio etc.

– Situar los alimentos con mayor riesgo de contaminación en la parte superior y los de menor peligro en las baldas inferiores.

– Retirar antes de congelarse las partes de los alimentos que pueden ser un foco de contaminación; como la tierra, pates no comestibles etc.

– Mantener las cámaras frigoríficas limpias y desinfectadas, utilizando los métodos adecuados se puede neutralizar las bacterias de los alimentos allí almacenados.